Raíces dentales artificiales de
titanio
Ya nuestros antepasados estaban buscando, cuando se trataba
de encontrar, algún sustituto para el diente perdido. En
la antigua China se tallaban dientes de marfil, los etruscos
desarrollaron elementos en bandas como sujeción de oro
o plata, en los cuales sujetaban dientes de animales –
aquí empezó lo más seguro la historia de la prótesis. Una
desventaja tenía esos “dientes de sustitución antiguos”:
eran todos algo movibles y para morder y masticar algo
poco útiles.
Da lo mismo si hubiese sido hace 3000 años antes o en
nuestros tiempos: una perdida de una pieza es una carga.
Las personas
afectadas ya no pueden masticar adecuadamente, a menudo
también existe un problema de estética. Gracias a los
grandes avances en la odontología moderna no tiene
nadie que renunciar
a tener una dentadura “ en pleno funcionamiento.
Ya se conoce desde largo tiempo medios y caminos de sustituir
una corona, mejor dicho de crear una corona dental:
uno se puede permitir en muchos casos el obtener un
puente,
una prótesis parcial o total. Esta forma de prótesis
dental tiene una desventaja: se sustituye la corona
dental pero
no la raíz.
Falta la raíz dental, se retrae el hueso mandibular
La función de la raíz dental es de importancia: da
sujeción al diente y al mismo tiempo transmite la
fuerza masticatoria
al hueso mandibular. Esto es muy importante, ya que
el hueso mandibular necesita este estímulo para mantenerse
fuerte. Semejante al músculo, se tiene que “entrenar”
regularmente al hueso mandibular, para mantenerse
en forma. En solo
tres meses después de perder un diente se retrae
el hueso
de manera excesiva, ya que falta el estímulo funcional
de la fuerza masticatoria. Pero este no es una razón
para desesperar, ya que: también en estos casos se
puede implantar
una raíz artificial. Fijado en el maxilar se evita
que exista perdida de hueso.
Si no se sustituye la raíz, se consigue que la retracción
del hueso continúe constantemente. Si el hueso
tuviese que soportar también la presión de la prótesis
dental,
se aumenta el proceso de retracción. Una consecuencia
posterior podría ser un cambio de la forma de la
cara; personas con
mandíbulas retraídas tienen un aspecto más envejecido,
de lo que son. Con raíces artificiales de Titanio
– la correcta definición para Implante dental-
se pueden
contrarrestar
el desarrollo de retracción con éxito.
El Implante dental permite realizar, lo que mucha
gente desea: los terceros dientes fijos. Si se
quiere de
sustituir un diente sin que se vea, ahí donde
haya poco espacio
sano, se podrá colocar un puente soportado con
Implantes o una
prótesis, dándoles un agarre seguro. A muchos
pacientes una raíz artificial, les devuelven otra vez
la
calidad de vida.
Que es concretamente un Implante dental?
Un Implante – una raíz artificial- es en muchos casos un
tornillo – o un cuerpo con forma cilíndrica de titanio
puro. Este cilindro se implanta en el maxilar superior
o en la mandíbula inferior, que se suelda al hueso y
sirve como sujeción al propio diente en sustitución,
como por ejemplo, una corona, puente o prótesis.
Titanio puro es hoy en día la elección, si se trata de
Implantes. Dispone de una alta resistencia a la carga,
no existen alergias conocidas y se obtiene una perfecta
unión con el hueso, esto quiero decir, suelda sin problemas
con el hueso. El Implante esta después de este proceso
fijado perfectamente con el hueso, así como si fuese
la propia raíz.
Es necesario una preparación a conciencia
Antes de que el odontólogo especializado inserte un Implante,
se realizará una imagen concreto de la situación de la
salud bucal y tipo de mordida del paciente a tratar.
Es muy importante de comprobar el volumen óseo, para
determinar
si existe hueso suficiente para la colocación de la raíz
dental artificial. Si hubiese ya una retracción ósea,
se deberá reconstruirlo. Cuanto menos tiempo haya pasado
desde
la perdida del diente y la colocación del Implante, mayor
será la posibilidad de tener suficiente hueso para implantar.
El paciente tiene que traer un poco de paciencia
Si se ha aclarado lo básico, se planea “estratégicamente”
conjuntamente con el paciente la intervención. Para
ello habrá que haber aclarado la cuestión de costes,
ya que
solo en casos muy especiales se hacen cargo los seguros
legales los Implantes dentales. En pacientes con seguros
privados cubren parte del tratamiento necesario. También
se habla del tema de tiempo, ya que dependiendo del
estado óseo y si se va a implantar el maxilar superior
o mandíbula
inferior, se necesita para el tratamiento entre dos
a ochos meses. Para estos tratamientos se necesita
tiempo,
hasta
que el hueso y el implante se suelden. Pero la espera
sé vera recompensada: la cuota de éxito en raíces dentales
artificiales es alta – la mayoría de los pacientes
están aún pasados diez años perfectamente atendidos
con “sus
terceros dientes”. Es por ello que la cuota de éxito
es
más alta, que con una prótesis removible
Realización del tratamiento
El tratamiento principal se realizará bajo anestesia
local y sin dolor. Primero se abre la encía y despejado
el hueso.
La zona, en la cual vaya la raíz, se preparará, a
continuación se implantará con cuidado el “cuerpo de
titanio” en
el hueso. Como norma se enrosca sobre el Implante
un tapón
de cicatrización y se cierra la encía sobre él. Protegido
de la encía se podrá comenzar el proceso de cicatrización
e integrarse el hueso a la raíz artificial. Esta
claro que ningún paciente se va sin dientes o con un
puente
provisional de la clínica. Nada más después de la
intervención, obtiene
el paciente una prótesis o puente provisional.
El resultado es una alegría para el paciente y el
hueso mandibular
Después de la fase de cicatrización se descubre
otra vez la encía, bajo anestesia local, para ver
los
Implantes y se comenzará con la creación de la
prótesis -desde
la
toma de impresión hasta el tratamiento de la encía
hasta la creación de la prótesis. Poco tiempo después
se podrá
fijar la prótesis, una corona o puente a la raíz
de titanio. El resultado es trabajo funcional y
estético perfecto.
El paciente puede volver a sonreír sin problemas,
hablar y morder y el hueso mandibular ha vuelto
a obtener
el estimulo de mordida otra vez.