Casos reales – los pacientes cuentan

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Dr.med.dent. T. Bartels
Su clínica para ciencia dental en el corazón de Munich

 
 




“Continuamente tenia problemas con mis puentes...”
Sr.Dr.Heinz-Jürgen Kampf, 58 años, Unterbach en Munich
De hace tiempo tuve problemas con mis dientes.
Sobre todo un puente de varias piezas, como se dice “que giraba por la esquina”, me daba problemas. Como las piezas del puente sustituian varias piezas en una posición algo desgraciada, se creaban durante la mordida y comida una relación de presión.
El resultado era, que mi puente se rompía y se tenia que repara y cambiar regularmente. Me canse de esta situación y decidí de buscar otra solución más duradera.
Como leí en el periódico algo sobre implantes, me vino la idea, de colocarme raíces de Titanio. En poco tiempo se encontró un dentista, que estaba dispuesto en realizar la intervención. Pero me di rápidamente cuenta que la intervención de los Implantes no había discurrido del todo bien y estaban colocados en mi hueso torcidos.
Al final me recomendó un amigo, de ir con mi problema a un especialista, con el cual había tenido muy buenas experiencias. Así que tome una cita con el Dr.Batels y le explique mi “caso” y le pregunte que si podía seguir donde su colega había terminado.
Después de algunas consultas, me explico el Dr.Bartels, que había la posibilidad, por medio de aditamentos angulados colocarlos sobre mis implantes y compensar los ejes de los implantes. Estaba contento, de que no tuviese que extraer todos los implantes y le di mi confirmación.

Ottmar Beck

Una vez se hubiese solucionado “el daño” por medio de una prótesis , volví a tener confianza en el Implantólogo. Era una buena sensación de volver a tener después de tanto tiempo tener otra vez dientes fijos. Daba igual que fuesen nueces o corteza de pan, no había nada que pudiese sacar “del equilibro mi “ mi puente fijo.
Al mismo tiempo decidí de darle solución a mi mandíbula inferior. Los pasos a seguir ya los conocía. También sabia que bajo anestesia local no iba a tener dolor y que los ruidos adicionales eran algo desagradables. Pero todo esto se podía aguantar. Tampoco después de la implantación tuve dolores: ni si quiera tuve sentí dolor mandibular, ni los provisionales me dieron problemas. Cuatro meses después se habían integrado las cuatro raíces de titanio y provisto de cuatro coronas individuales.
En este preciso momento me gustaría recalcar, lo contento que estoy de haberme decidido por esta solución. De haber evitado de tener que pensar en “la dentadura” metida en un vaso con agua en la mesita de noche merece la pena de realizar la inversión del coste de los implantes. He realizado un gran paso en calidad de vida.

 
 
 
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